Hoy es día de la madre, la mía está a unos ocho mil kilómetros, no pude abrazarla, me dolió saber que podría ser el último estando con ella sin poder decirle lo feliz que me hizo los últimos diecisiete. También pensé que de serlo, no quería dejarlo pasar tan fácil, así que subí unas fotos en las que estábamos juntas, cuando era pequeña porque fui incapaz de encontrar una actual en la que me viera feliz, entonces me pregunté,
¿por qué tenernos que vernos felices en las fotos? ¿por qué siempre nos dicen sonríe cuando están por tomarnos una?
Digo, ayer me sentía absurdamente triste, hoy ya no, digo, me siento triste, pero, ya no tanto. Me hubiera gustado que alguien me saque una foto, sea como sea, triste, feliz o perdida, así podría recordar que no importa que tan mal la este pasando, siempre puede ser peor, como ayer, o como hace dos semanas. Además, estoy segura de que la felicidad es transitoria, fugaz, un día está y al siguiente ha desaparecido, es como todo lo bueno de la vida, no dura mucho. Como cuando el barca va ganando un partido y al siguiente minuto se lo remontan, o cuando ves los resultados de tu dieta y cuando comes una hamburguesa que también te hace feliz se te hincha el abdomen, por eso creo que si en verdad existe un Dios, fue bastante cruel, o solo inteligente, cualquier cosa en esta vida nos puede volver locos, de hecho esta predilecta para eso. Se trata de sobrevivir, no de vivir.
Hoy mis padres me dijeron que no podrán estar en mi cumpleaños, no es la primera que pasa, pero, es la segunda, y que haya pasado dos veces es raro; porque mamá es la madre más amorosa del mundo, o solo mentía cuando me decía que era lo más importante en su vida. No quiero ser egoísta, si lo estoy siendo, deberían callarme la boca, no es justo para ellos, no merecían una hija tan problemática, quizá por eso de pequeña tuve una mala relación con mi padre, quizá fue mi culpa y no suya.
Todos tienen problemas conmigo, absolutamente todos. Nadie se puede quedar más de un año a mi lado y la única explicación es mi forma de ser. Hace algún tiempo creí que cambiando mi físico, cambiando mi carácter, todo sería diferente, todo el mundo dice que busques tu mejor versión y fue justo lo que hice.
Me puse una dieta estricta, que no me hacia feliz, pero, hacia que los demás me mostraran más que una sonrisa, como Orlando, el primer chico que me dijo lo hermosa que era, el chico que después de dos semanas de coqueteo, intento acostarse conmigo, yo le dije que no quería y nunca más volvió a escribirme.
Cambié mi forma de vestir, incluso comencé a maquillarme, y varias chicas comenzaron a hablarme, pronto me dí cuenta de que si no hablaba de lo que ellas querían, ya no les interesaba más.
Me enfoque en mi carrera, le dedique horas y horas, tratando de interesarme por algo que no hace más que volverme loca, no me gusta lo que hago, para ser sincera lo odio y no necesito más tiempo para reafirmarlo, no necesito hacer dos o tres ciclos más, no quiero, porque cada día se va volviendo más pesado, cada día me voy hundiendo más y he llegado a un punto en el que ni siquiera sé como salir.
Podría decirse que busque mi mejor versión, podría decirse que la encontré, incluso que me vi feliz en ella, y aún así, el vacío no desapareció en ningún momento, más bien aumento.
Cumplo dieciocho en once días, no sé si quiero seguir cumpliendo años, no sé si podré soportar ver una vela más en mi pastel. Recuerdo que decía que no quería morir, me equivoque, quiero morir, quiero hacerlo, quiero que un carro me atropelle, que un ladrón me dispare o lo que sea, porque no soy capaz de matarme, no soy tan valiente, ni siquiera para eso sirvo.
Lo peor es que mañana probablemente me sentiré mejor, o peor, o no lo sé, no tengo idea de que me espera. Es tan aterrador, me asusta pensar que no estoy viviendo lo que me espera, quiero decir, hace algunos meses creía que los ataques de ansiedad eran un constructo social, una tontería inventada por personas que buscaban llamar la atención, ahora me doy cuenta de que no es así, porque me paso, me paso y fue una de las peores cosas que pude vivir, ¿recuerdan que les dije que no me gustaba el alcohol?lo odio por la sensación que me da, si bien me permitió ser valiente, también me quito todo el control de mi cuerpo y mente, y odie eso, odie no ser capaz de controlar mis palabras, odie no ser capaz de controlar mi llanto, odie ser tan débil, odie ser tan tonta. Por lo menos estaba sola, en mi cuarto, sin que nadie pudiera burlarse o aprovecharse, no se si me entienden, seguro los estoy confundiendo.
Sucede que no soy una persona a la que le guste mostrar sus sentimientos, sobre todo cuando demuestran debilidad ya que detesto la lastima, detesto saber que solo están conmigo por piedad, es por eso que hasta ese momento, nadie, enserio nadie, me había escuchado llorar y cuando le mande audios rogándole y haciendo el ridículo no me sentí mal porque confiaba en ella, porque confió en ella, porque es la única persona a la que le confiaría mi debilidad, incluso ahora, es la única que podría pedirme que le dijera la verdad y yo lo haría.
Todo lo contario a los ataques de ansiedad, cuando sucedió, yo estaba por entrar a mi casa, cualquier vecino pudo haberme visto, en esos cinco minutos que perdí el control, cualquiera pudo ver como me derrumbaba, cualquier persona en la que no confiaba pudo ver lo arruinada que estaba. Por eso los ataques de ansiedad son tan feos y en mi opinión, la peor parte de sufrirlos es que nadie nunca te cree hasta que haces algo realmente grave, algo que no estoy dispuesta a hacer.
Este año celebraré mi cumpleaños como el último, porque no sé si lo será, no sé si tendré tanta suerte. Alguien me dijo que si deseo mucho algo, puede pasar, así que cada vez que este por cruzar una pista, desearé que me atropellen, cada que tomé agua, desearé ahogarme y cada que me sienta viva, desearé con todas mis fuerzas, estar muerta.
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